Uno de los principales quebraderos de cabeza es el momento de dormir, cómo acostar a los gemelos: ¿En la misma cuna? ¿Hasta cuándo? ¿Colecho con su hermano? ¿Colecho con los padres? ¿Cuándo los pasamos a su habitación? Y, cuando no se dispone de presupuesto ilimitado… ¿Cómo acertar comprando únicamente lo que vamos a usar?
Si bien la mayoría de la información de esta entrada está contrastada con la opinión de las matronas y los pediatras, voy a tratarla desde mi propia experiencia:
Lo ideal puede que no sea válido en tu caso particular
Primero hay que destacar que “lo ideal” no siempre va a ser lo que los pequeños quieran. Es decir, podemos planificar la solución perfecta para su descanso, pero la última palabra siempre la tendrán los interesados.
Hay que planificar, sí, pero predispuestos a cambiar si los bebés lo requieren.
El descanso nocturno de mis gemelos, mi propia experiencia
Para mi, lo importante era que los recién nacidos durmieran en nuestra habitación, así nos resultaría más fácil atender a sus necesidades. Mientras puedan compartir cuna, los dos en la misma cuna. Aunque planificamos esto hasta los 6 meses, nos mentalizamos que podría durar tan solo 3 días, porque teníamos claro que en el momento que se molestaran, moveríamos cada uno a una cuna.
A partir del año, y muy importante: en el momento que la primavera diera paso al verano, pasaríamos las cunas a su habitación.
Como no sabemos si van a querer compartir habitación o no, hemos comprado unas cunas convertibles en camitas que nos darán un largo margen de tiempo para decidir cuál será la siguiente configuración de habitación. Así, si deciden seguir compartiendo habitación ya serán lo suficientemente mayores para dormir en una litera. Cambiaremos las camitas por una litera que dará un espacio extra a la habitación para el juego. Y si no quieren compartir habitación, pues tenemos la suerte de tener una habitación para cada hermano… Y de igual manera, estos años nos permitirán ahorrar un poco de dinero para comprar un mobiliario de calidad para sus habitaciones.

Colecho entre hermanos
Si llevan 9 meses durmiendo prácticamente uno encima del otro, es lógico que el contacto con su hermano sea tranquilizador y les dé seguridad. Además, hay que tener en cuenta como de traumático debe de ser para un recién nacido la soledad y el desamparo de la noche, en un lugar enorme y frío como una cuna, y esto es fácil de imaginar si lo comparamos con el confortable vientre de la madre. Por lo que calculamos que sí comprábamos una buena cuna podrían dormir juntos hasta los 6 meses.
Nosotros preparamos nuestra habitación con una cuna grande, una cajonera y encima un cambiador para recibir a nuestros pequeños y facilitarnos la actividad nocturna. Aún así, teníamos la segunda cuna comprada, por si notábamos que los hermanos se molestaban.

Colecho con los padres
La principal razón por la que no queríamos que los bebés durmieran con nosotros era por el miedo a aplastarles. A la hora de la verdad, los bebés han dormido y siguen durmiendo con nosotros, no de forma permanente ni predeterminada, pero si una noche necesitan nuestro contacto, no lo impedimos. Los principales motivos para consentir esto son:
- El contacto con la madre lo va a tranquilizar así que ante miedo al abandono o un cólico nocturno, dormir con la mamá le permitirá relajarse y descansar.
- Ante una situación de peligro con el bebé, hay más posibilidades de que los padres se den cuenta ya que están durmiendo junto al bebé.
- El contacto directo y continuado con los hijos fortalece el vínculo familiar y aviva su seguridad.
- Durante el período de lactancia, esto repercute en un descanso para la madre, los bebés y el padre que no tiene que atender a tantos lloros nocturnos y constantes.
El colecho con los padres termina siendo una situación que surge con naturalidad. En ningún momento hemos fomentado que se acuesten con nosotros, pero si surge la necesidad lo tenemos asumido con total normalidad. Aunque si uno ya molesta en la cama, dos…
El modelo de cuna y la ropa de cama
¿Durante cuánto tiempo querrán dormir en la misma cuna? Y después, ¿Querrán compartir habitación? Como no sabemos cuál es la respuesta a estas preguntas hasta que no crezcan, es muy difícil tomar la decisión correcta, sobretodo si disponemos de un presupuesto limitado. Así que hemos ido a lo práctico:
Cunas convertibles en camas
Son cunas evolutivas preparadas para un colchón de 70x140cm. Dentro de los tamaños “raros” de colchón, este es el más convencional (y por lo tanto, fácil de encontrar ropa de cama).
En mi caso, mejor una cuna evolutiva que una convertible, estás últimas quedan muy bonitas en la tienda, pero en caso de gemelos puede derivar en una mala decisión, porqué no se pueden usar durante los primeros meses de vida ¿De verdad puedes o quieres meter este armatoste en tu habitación? Y además de ser aparatosas, no tienen ruedas para acercarlas a la cama de los padres. Y después, “evolucionadas” en cama, puede que no dejen una habitación ni funcional ni bonita.
Para gemelos solo vimos un par de modelos y la principal pega es que ocupan mucho espacio, pero todo este espacio no es de descanso. Y la evolución de los muebles tampoco nos convenció.
Mejor una cuna convertible en camita. Estas, también son grandes y aparatosas pero han permitido que nuestros gemelos durmieran cómodamente hasta los 6 meses. Los separamos cuando vimos que el primero que se despertaba, despertaba al hermano para jugar. Por cierto, esto siguen haciéndolo a base de gritos.
Compramos dos cunas del mismo modelo marca MiCuna y, conscientes de que solo les daremos uso durante unos pocos años, las compramos de segunda mano. Remarcar también que no compramos ningún elemento que se nos vaya a quedar pequeño en poco tiempo, por ejemplo: en vez de comprar el ropero que hacía juego en el conjunto, nos decidimos a comprar el ropero definitivo de una de las habitaciones, en color blanco, para que combine en cualquier estilo de decoración del mobiliario que compremos después.
El colchón de la cuna es más importante que la misma cuna.
En nuestro caso, los colchones casi nos han salido más caros que las mismas cunas. Nuestra prioridad era encontrar un colchón antiago-antiasfixia, transpirable, firme (pero no rígido), hipoalergénico, de latex, muelles o espuma con memoria. Al final encontramos uno que regulaba la temperatura del cuerpo del bebé y en caso de pipi, repele la humedad.
Entre las marcas que estuvimos valorando: Temprakon (pero solo estaba en 60×120), Nube de Pikolin, Ecus Kids Oxsi y Traumeland Nap Star.
Sacos de dormir
La cama debe de estar vestida con una funda bajera para el colchón y un protector de barrotes de cuna. No usamos ninguna funda protectora de colchón ya que esta hubiese anulado las principales características del colchón. Tampoco se recomienda meter cojines y peluches. Lo que si podemos hacer es usar toballas o mantas enrolladas para delimitar su espacio, es importante que el bebé se sienta acunado pero en mi caso nunca lo enrollaría limitando sus movimientos. Tal vez un dudu (peluche en forma de trapo que se empapa con la olor corporal de la madre) y a medida que se hacen mayores, un peluche por si se despiertan por la noche poder entretenerse. La almohada no es recomendable, al menos hasta el año de vida.
En cuanto al abrigo, usar un saco de dormir en vez de colchas y mantas, nos garantiza que van a tener el cuerpo tapado toda la noche (pero no la cara). Sobretodo cuando son recién nacidos, tenemos que elegir un saco de su medida exacta, para que duerman cómodamente toda la noche sin crear situaciones de asfixia o estrangulamiento de algún bracito o piernecita. Aquí no vale ahorrar, el primer y segundo invierno de su vida deben estrenar saco adaptado a su medida. Personalmente, prefiero sin mangas, que cubran los pies y con un tog intermedio.
Los sacos se caracterizan por el “tog” que es su capacidad de abrigo:
Tog 0’5 … +24°C
Tog 1 …… 18°C-24°C
Tog 1,5 … 16,5°C-22,5°C
Tog 2 ……. 18°C-21°C
Tog 2,5 … 15°C-21°C
Tog 3 ……. 15°C-18°C
Y tanto el exterior del saco, como el resto de ropa de cama, tiene que ser de algodón.
La temperatura de la habitación
La temperatura de la habitación donde duerme un recién nacido debe de rondar los 20-22ºC. Sobretodo durante el primer invierno tenemos que regular la temperatura ambiental para evitar el uso de capas de ropa. Al fin y al cabo es muy común que el bebé pase momentos fuera de la cuna porqué estamos alimentándolo o cambiándolo, si el ambiente esta frío el niño pasará frío cuando salga de la cuna. Y por el contrario, el exceso de abrigo puede provocar situaciones de peligro por asfixia y muerte súbita.
Vigilar la posición
Un bebé tiene que dormir boca arriba y cambiando la posición de la cabeza para evitar la deformación del cráneo (plagiocefalia).
En el caso de gemelos que comparten cuna, los tenemos que posicionar de forma que no se puedan molestar: si buscan el contacto, ponerlos de lado. También cabeza con cabeza o pie con pie. Procurar que la posición impida que un hermano pueda acabar encima del otro.
Disminuir el riesgo de muerte súbita
Los expertos coinciden que hay más probabilidades de muerte súbita en bebés que duermen boca abajo sobre una superficie blanda. También es un factor de riesgo dormir muy abrigado. Además, hay que evitar la posibilidad de estrangulamiento o asfixia evitando disponer elementos cerca del bebé que puedan provocar esto.
Otros elementos que ayuden a dormirlos
Fundamentalmente, acunarlos es imprescindible para los bebés. Abrazarlos, besarlos, hablarles, cantar, susurrar, acariciarlos… crea el ambiente propicio para su relajación. Una zona de descanso confortable, que se ventila todos los días y donde predomina la limpieza nos permitirá estar más a gusto. El chupete también ayuda a relajación, pero ojo: el chupete es incompatible con la lactancia en las primeras semanas de vida. Por mi parte, nunca he insistido con los chupetes, siempre los han tenido a mano, pero no los he forzado para que los usaran. A día de hoy siguen sin hacerles demasiado caso, desde los cinco meses los usan para hacer malabares y poco más.
Señalar también que los bebés se sienten cómodos siguiendo rutinas: darles la cena todos los días a la misma hora, a poder ser después del baño y con el pañal limpio, acostarlos inmediatamente, todos los días, a la misma hora… Y cruzar los dedos.